28 octubre 2006





Resulta que se le hizo una entrevista a Pepe Rubianes en un canal de televisión catalán, a principios de año. El motivo era la presentación de una función de teatro, “Lorca eran todos”, que el actor mantiene en gira.
Resulta que Pepe Rubianes se pone a hablar sobre la memoria histórica, sobre las fosas comunes que nos dejó la guerra civil, sobre una transición que jugó a ser de todos sin serlo. Resulta que, de modo más bien anécdotico, el actor da su opinión sobre esa España fascista y asfixiante que tritura y asesina, esa España rancia de misa de doce y tiro en la nuca.
A los seis meses, aquella opinión sobre la España fascista es utilizada por el alcalde de Madrid, el señor Gallardón, para censurar la función “Lorca eran todos” en los teatros públicos dependientes del ayuntamiento. Decir dependientes del ayuntamiento es lo mismo que decir propiedad del pueblo de Madrid, sin embargo, el señor Gallardón se comporta como si Madrid fuese su chalet privado, y se permite el lujo de prohibir la entrada a invitados no deseados: la libertad de expresión y su amiguita putera, la libertad de pensamiento.
Resulta, además, que no ha ocurrido absolutamente nada. Por mucho menos, se censuró a Dagoll-Dagom en Alicante y a Leo Bassi en el secarral manchego. Y no ha pasado nada. Ni manifestaciones, ni huelgas, ni grandes escándalos.
Ustedes se han pensado que esto no les toca de cerca, que porque una función de teatro, o dos o tres o cincuenta, se prohíban en un teatro público es una cosa que tampoco va más allá. Y se están ustedes equivocando. Están ustedes, sin darse cuenta, diciéndole al lobo: cómeme, que me lo merezco por gilipollas.

Cuando venga el lobo a morderles las piernas y les pille por sorpresa, ya veremos lo que piensan ustedes del lobo.



La famosa entrevista a Pepe Rubianes completa y con las declaraciones sobre la unidad de España dentro de contexto.

3 comentarios:

Sergio Bleda dijo...

Este tipo de acitudes son muy peligrosas. Sobre todo cuando son los propios políticos los que achuchan a las gentes para ponerlas una en contra de las otras. Luego ellos se toman unas copas con los del otro bando tranquilamente, porque saben que no es nada personal, que es política y su trabajo es decir lo mal que lo hace el otro. Pero eso el pueblo no lo ve.
Y cada vez la gente está mas encabronada y dividida.
Y la censura sigue existiendo, eso por supuesto.
Revolución YA!

Anónimo dijo...

Vamos a ver esa lógica, Aswad: ¿Por qué cree que a la mayoría silenciosa se le llama silenciosa?
Porque habla de futbol, de los amores de los famosos, de la vida íntima de sus vecinos, y hace como Franco, que aconsejó a un ministro:
-Haga como yo, no se meta usted en política.
Es que los españoles llevamos desde los godos sobreviviendo a base de no meternos a defender otra cosa que la propia conveniencia.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Rojos, coño q sois unos rojos!

Por cierto, hoy nos hemos levantado todos graciosillos o q?