El 14 de marzo de 1.927 el Teatro Apolo de Madrid subía el telón para ofrecer un sainete con gotas de Revista en dos actos, dividido en varios cuadros. Se llamaba "El sobre verde", y era otra maravilla salida del horno del maestro Guerrero, el gran Jacinto Guerrero que fue rescatado de la zarzuela para ofrecer su ingenio de compositor a la Revista Musical.

De aquel Sobre verde nos quedan un par de adaptaciones cinematográficas (en una de ellas sentaban cátedra Tony Leblanc y Esperanza Roy, profesionales del género) y muchos números musicales para el recuerdo de los que sabemos valorar una joya así: El Gordo, el Chotis de La Garçonne, el Chotis de los pollos, el One-step de las modistillas, el Tangolio... Números que se cantaban a la salida del teatro por las calles de la España de entonces, mientras se atendían las faenas o se caminaba hacia el taller. Música que era del pueblo, que divertía y recomendaba soñar, en un mundo sin televisión y radios para muy pocos. Esta música era, sencillamente, La Música. Y la Revista, una fiesta de guardar.