17 diciembre 2006



Olga Ramos, de la música de Cámara violín en mano al cuplé de los años veinte. Tras patearse todos los cafés-concierto del país, puso su trono en el bar "Las noches del cuplé" desde los 70 enseñando cómo se hacen las cosas bien, enseñoreada entre versos castizos, con la sencillez que condecora a quien sabe que no tiene rival. Reinventó el chotis "Madrid", parlamentó no se sabe con qué diablo para conseguir devolver el brillo que le correspondía a piezas musicales olvidadas y enterradas hacía mucho tiempo, que en aquel entonces sonaban a viejo y ahora ni suenan. Olga Ramos, única, maestra de maestras, pieza imprescindible para entender de dónde viene el teatro musical, dónde está la raíz, la razón y el espíritu de la Revista.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida amiga: ¡qué nostalgia me despierta tu artículo! Cuántas cosas querría y podría añadir al hilo de lo que tan bien describes. De hecho, la labor de Olga Ramos fue un camino de la música de cámara y canción lírica que se practicaba en los cafés madrileños de después de la Guerra (ella tocaba en el Colonial, al principio de Alcalá aún en la Puerta del Sol, donde ahora hay un horrendo local de tipo estadounidense, creo recordar), en las clásicas "orquestas de señoritas" (por cierto, en la magnífica película "El pisito" de mi idolatrada Mari Carrillo sale ella con su orquesta en plena actuación), hasta luchar a brazo partido en años nefastos para el género (60-70-80), por el cuplé y adyacentes. He pasado agradables veladas con mi abuela y tía abuela (nacidas respectivamente en 1898 y 1899) en su acogedor local de la calle de la Palma, del que la especulación aliada con el desinterés municipal la echó poniendo punto final a su carrera. Menos mal que su hija ha seguido la tradición. Por cierto, el que suscribe también fue invitado una vez, muy a su pesar, a hacer de sátiro en el famoso cuplé del ídem, cantado por su hija en el inolvidable escenario de su local. Perdón por la longitud, pero ¡son tantos los recuerdos que evoca la memoria de Olga Ramos!

Ana Julia dijo...

¡Cuéntenos más!¡Por favor!

Anónimo dijo...

Era un ambiente especial el del local de la calle de la Palma. Como en cualquier otro restaurante con espectáculo, no importaba lo que comieras (no estaba mal, desde luego, eso no), sino el espectáculo. Excepto Olga María, la hija, todas las demás personas parecían salidas del "baúl de los recuerdos", incluso el camarero, que era un señor muy mayor. Lo más curioso era la pianista, una señora viejísima, ésa sí de los hermosos tiempos del cuplé, que daba la impresión de que debía de vivir allí. Bajaba con una toquilla (como era un antiguo patio cubierto, tenía los techos altos -como la casita de Espe- y en invierno hacía un frío que pelaba) y a un cierto punto de la velada se retiraba a sus aposentos, vamos como si estuviéramos en familia. Entonces ya la reemplazaba totalmente Olga con su violín. Tenía el local unas vidrieras procedentes de una abadía francesa. En fin, algo único, como únicos eran los mantones y echarpes que alternaban madre e hija en sus canciones.

Anónimo dijo...

Siento ser una pesada, pero os sigo recomendando un lindo espectáculo dedicado a Raquel Meller que se llama "POR LOS OJOS DE RAQUEL MELLER" y que representan en la sala "Tribueñe" de Madrid.
De verdad que salen unos mantones y unos vestidos y un ambiente divino.

http://www.atrapalo.com/espectaculos/evento-10601-por-los-ojos-de-raquel-meller

http://img322.imageshack.us/my.php?image=cartel2redmd3.jpg

Por favor, os lo recomiendo emocionada.

Ana Julia dijo...
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Ana Julia dijo...

Doctorhache, le agradecería muchísimo que se pusiese en contacto conmigo a través de mail. ¿Es posible?

Anónimo dijo...

Ya he contestado privadamente a tan amable solicitud. Un saludo muy cordial y enhorabuena de nuevo por la bitácora.

cupletista dijo...

¿ Cómo contactar con eldoctorhache y aswad?
Olga María Ramos

Anónimo dijo...

Nuestra buena amiga común, anfitriona de esta bitácora imprescindible, ya nos ha puesto en contacto. Vaya desde aquí todo mi agradecimiento a ambas.